Como dice el dicho: “La comida entra por los ojos“. Así es, cuando vas por la calle y ves un hombre o una mujer atractiva y que llama tu atención, intentas hacer una movida para entablar una conversación, pedir un teléfono o algo que pueda terminar en un contacto y posiblemente una amistad o hasta en una relación. Tal cual pasa con la comida y los platos que nosotros los cocineros tanto nos esforzamos en elaborar.
Si ordenas un plato del cual no conoces mucho o nada, esperas que te lo sirvan. Y tenlo por seguro que si llega una obra maestra a tu mesa en un plato, ya el cocinero, tiene la mitad de aprobación. Y si además tiene una gran combinación de sabores, ¡Voila! Aprobación total.
El lado artístico de un cocinero no solo va en saber combinar una especia con una salsa, una proteína o tipo de carne con el acompañamiento perfecto, no, también va en la presentación de cada uno de los platos que salen de la cocina. El arte hecho alimento.